Tea Room México

Jade líquido

Nadie puede negar que la primera vez que se toma, tragamos con un poquito de miedo y sospecha. 

Y no es para menos, con su escandaloso color verde, el matcha es impactante tanto para la vista como para el gusto y es que ya sea frappé o caliente, el matcha es una forma de tomar té diferente.

El matcha es té verde en polvo muy fino y tiene características especiales que hacen de esta bebida, una con muchísimos beneficios para la salud incluso para un té. Gracias a que las hojas completas son finamente molidas, todas sus propiedades entran a nuestro cuerpo, a diferencia de los tés de infusión, en donde algunas propiedades de las hojas se quedan en ellas mientras las sacamos de nuestra bebida.

Algunos de estos beneficios para la salud incluyen una alta cantidad de antioxidantes (increíblemente alta ya que una taza de matcha equivale a 10 tazas de té verde tradicional) necesarios para prevenir enfermedades crónicas y no arrugarnos antes de tiempo, acelera el metabolismo, es rica en fibra, ayuda a mejorar la concentración e incluso hay estudios que apuntan a que la matcha reduce el colesterol y el azúcar en la sangre, haciéndola una bebida ideal para desintoxicar el cuerpo.

Este mundo de propiedades no ha pasado desapercibido en las cocinas de la comida saludable, de ahí que, además de bebida, la matcha se ha vuelto un ingrediente popular en la repostería haciendo posible maravillas como panqués, pasteles, panna cotas y galletas de matcha que vale la pena probar.

El matcha viene de hojas de camellia sinensis un poquito diferentes, ya que tres semanas antes de ser recolectadas, las plantas son puestas a la sombra para que acumulen más teína y cafeína a través de una mayor producción de clorofila. Esto desencadena cambios químicos que producen un sabor diferente e incluso un poco más intenso que el té verde tradicional. Después de ser recolectadas, se remueven los pedacitos de ramas que puedan quedar y se muelen únicamente las hojas hasta producir un polvo muy fino. 

Además, el matcha forma parte de la ceremonia tradicional del té en Japón, la cual se centra en preparar, servir y tomar matcha en su forma caliente como parte de un rito enfocado en la meditación. La forma de preparar el matcha es revolviendo el polvo en agua caliente con un pequeño batidor de bambú hasta que todo el polvo se disuelva, se forme espume y se debe tomar inmediatamente.

Un poco distante de la tradición, es posible encontrar matcha en lugares más comerciales como Teavana o 5 en Punto en sus formas calientes o frappé acompañadas con leche. El sabor del matcha es intenso, ligeramente dulce y un poco “terroso”. Para mí, combina perfecto tanto caliente como frappé con leche de arroz y endulzado tanto con miel o con azúcar, dependiendo de la ocasión, pero la he probado con miel de agave y fue horrible porque esta miel, en mi opinión, exagera de dulce.

Por las diferencias en su preparación y el cuidado en su producción, el matcha tiene un precio más elevado que el promedio de los tés de infusión, pero creánme que vale muchísimo la pena probar al super-tea de los tés, con su sabor y color únicos.

Espero que con este post no se dejen asustar por el verde intenso de la matcha y se den la oportunidad de disfrutar un té que además de tener un sabor delicioso y ser un must-try para conocer el té de una forma totalmente diferente a la que estamos acostumbrados, genera grandes beneficios para nuestro cuerpo, mente y alma.

– Ichi-go ichi-e