Siempre hace falta tomar un descanso del bullicio.
Hace dos fines de semana (yo séeeeeee que me tardé! Perdón 😦 ) visitamos Red Tea Camelia en Mundo E. Invitados por su creadora, Clau, nos sentamos a tomar té y platicar de un negocio en expansión de la mano de hojas con historia milenaria.
La historia de Red Tea Camelia empezó como un food truck, donde Clau servía té en la Condesa, después en eventos en escuelas y finalmente, dentro de un local en una plaza comercial. Unas de las cosas que he aprendido tomando té es que para cada persona las experiencias son diferentes, todos tomamos té, o más bien somos elegidos por el té, para tomar diferentes caminos y experimentar cosas diferentes. En el caso de Clau, pienso que el té ha sido un camino para desarrollarse como emprendedora y sostener a su familia.
Red Tea Camelia es una cafetería que ofrece té, con el enfoque de ser un espacio donde la gente pueda reconectar, donde los teléfonos se vuelven irrelevantes y una familia puede jugar juegos de mesa, una pareja puede jugar gato (¿cuándo fue la última vez que jugaste gato? Nosotros ya teníamos, fácil, unos 6 años!) o puedes leer uno de los libros expuestos en los libreros, y todo, acompañado de un té, o incluso un café si lo prefieres.
Honestamente, me parece que Red Tea Camellia no es un lugar dedicado al té, sino un espacio dedicado a las personas, acompañado de té. Los tés ofrecidos son mezclas que van desde tisanas frutales hasta mezclas de té blanco con piña, pétalos de girasol, durazno y vainilla y hay diferentes preparaciones: caliente, caliente con lechita espumada (tepuccino, aaaay me encanta decirlo! Tepuchino, tepuchino hahahha), té helado (con hielo), té con agua mineral, frappé con agua o frappé con leche.
Nosotros probamos un frappé con leche de la mezcla Black Divine, que es té negro con almendra y Dark Mint, té negro con menta y chocolate. Ambos nos los prepararon con las hojas de té licuadas en el frappé. Este es un punto súper delicado para algunas personas. Por ejemplo, para mí, las bebidas texturizadas me gustan muchísimo, pero hay gente, como Rafa, que cualquier textura extra en un líquido que no sea hielo… le conflictúa, entonces hay que tener en cuenta cómo se siente cada quien respecto a las texturas y pedir de acuerdo a sus gustos 😛
Además del té, Red Tea Camelia ofrece paninis, pastelería, regalitos de té, tazas Red Tea, y servicios de té para 2 o 4 personas.
El servicio fue bueno, con baristas conocedores de sus mezclas y amables, aunque me hubiera gustado que tuvieran más esa chispa de pasión por el té, que es rara y difícil de cultivar, pero existente y contagiosa.
Rafa y yo tomamos té, jugamos gato (y yo gané!! hohohoho), platicamos y tuvimos un ratito súper bonito en Red Tea Camelia. Pienso que es un lugar que vale la pena visitar por la experiencia de ser parte del proyecto de una emprendedora, reconectar y probar mezclas de té diferentes.
Le deseamos todo el éxito del mundo a Red Tea Camelia, que siga creciendo y ofreciéndonos un espacio cómodo y planeado con mucho cariño.
– Ichi-go ichi-e